Si quieres ofrecer la mejor experiencia en tu comercio, responder a esta pregunta será uno de los puntos fundamentales para lograrlo.
Aparecen muchos interrogantes a la hora de poner en marcha un comercio: físico u online, productos o servicios, dónde y a quiénes queremos vender, cuáles serán nuestros proveedores… Y cuándo casi todo está listo y definido, aparece un nuevo interrogante. ¿Cómo pagarán los clientes? ¿Qué métodos de pago necesito tener disponibles? La respuesta, sin duda, es “depende”. Pero no te preocupes, porque a continuación vamos a detallar de qué depende exactamente, de forma que cada negocio pueda encontrar su payment mix ideal.
En primer lugar, dependerá del canal o canales a través de los cuales queramos vender. No será lo mismo ofrecer nuestros productos en una tienda presencial que en una tienda online o a través de, por ejemplo, un Call Center. Para este último serán necesarias soluciones específicas como MO/TO o Pay by Link. Pero Pay by Link también puede servir para vender puntualmente algunos artículos de tu tienda online de forma remota, sin necesidad de tener una página web. Por ejemplo, podrías tener una tienda de muebles en Sevilla, y tal vez un cliente que se enamore de uno de tus artículos desde Madrid a través de tu publicación en una red social, algún catálogo digital, o cualquier otra forma de comunicación. En este caso, podrías enviar un enlace de pago al email de la persona correspondiente y, una vez efectuado el pago, enviarle el producto. Existen infinitos casos de uso para cada solución y negocio y dentro de cada una de ellas, numerosos métodos de pago.
Siguiendo con el ejemplo del comercio presencial, tus clientes habituales podrían querer pagar simplemente con su tarjeta, pero también querrán hacerlo con otros dispositivos inteligentes como el smartphone o el reloj. Aunque parezca que las opciones de pago presencial terminan aquí, lo cierto es que existen otros métodos como los códigos QR, e-wallets, soluciones que permitan aplazar los pagos en el momento, integración de programas de fidelización, etc. Y cuando hablamos del entorno online, las opciones se hacen incluso más numerosas: desde los pagos con tarjetas de crédito o débito o los e-wallets hasta las transferencias inmediatas, las soluciones de pago aplazado o los numerosos métodos de pago alternativos existentes a nivel global y local.
Y es en este punto donde llegamos al segundo factor para elegir nuestros métodos de pago: el alcance internacional de nuestras ventas. Es muy importante, y sobre todo en el comercio online donde las fronteras se desdibujan con facilidad, tener claro en qué países vamos a vender, dónde se encuentran nuestros clientes potenciales y qué métodos de pago se adaptan mejor a cada región. Por ejemplo, en países como Alemania las transferencias bancarias son el método de pago más utilizado en internet, mientras que el pago con tarjeta tiene un uso muy reducido. En cambio, en España el uso de transferencias bancarias es mucho menos significativo, pero los pagos con tarjeta acumulan el mayor porcentaje. Además, hay métodos de pago muy específicos de cada país, como puedan ser Alipay o WeChat Pay en China o Boleto Bancario en Brasil, mientras que otros se usan a nivel global, con mayor o menor penetración, como PayPal o Amazon Pay.
Por último, los métodos de pago utilizados no dependerán solo del canal y el país, sino que intervendrá en gran medida el perfil sociodemográfico del consumidor. Así, no pagará igual una persona mayor residente en un pequeño pueblo de Castilla y León que un joven que vive en el centro de una gran ciudad como Madrid. Mientras que la primera tenderá a formas de pago más tradicionales como la tarjeta, o incluso el efectivo, el segundo es muy probable que esté acostumbrado a hacerlo con su móvil. Y no solo eso, sino que probablemente sus canales de compra también varíen, siendo más probable que el segundo se decante por el online. Esto nos puede ayudar a entender como todos los factores se conectan entre sí en un entorno muy dinámico, en el que los comercios deben estar atentos para cubrir a tiempo las necesidades del consumidor.
Conscientes de la complejidad de definir de forma precisa los métodos de pago más adecuados, desde Sipay recomiendan contar con proveedores de servicios de pago con la experiencia suficiente para asesorar a cada negocio sobre aquellas soluciones o combinaciones que más valor puedan sumar a través de una mayor conversión y una mejora en la experiencia del consumidor final. Porque, aunque el mundo de los pagos pueda parecer difícil, una buena gestión de éstos puede lograr numerosos beneficios para cualquier negocio.