La regulación de los servicios de pago en Europa atraviesa un momento de transformación. La acelerada digitalización, la irrupción de nuevos actores tecnológicos y la creciente atención al fraude y la protección del consumidor han llevado a la Comisión Europea a impulsar un nuevo marco normativo. Con la Directiva de Servicios de Pago 3 (PSD3) y el Reglamento de Servicios de Pago (PSR) en el horizonte, así como la implementación del Reglamento de Identidad Digital Europea (eIDAS 2.0) y la futura Euro Digital, el sector se prepara para cambios significativos de cara a 2026.
Estas tendencias regulatorias en Europa no solo redefinirán el modo en que las entidades financieras y fintechs operan, sino que también marcarán la experiencia de los usuarios y la competitividad de las empresas en el mercado europeo.
PSD3 y PSR: hacia un marco regulatorio más sólido
La propuesta de la Comisión Europea de dividir el marco en una directiva (PSD3) y un reglamento directamente aplicable (PSR) refleja la necesidad de unificar y modernizar la normativa. Entre los principales cambios previstos destacan:
- Reforzar la lucha contra el fraude: se espera una ampliación de las obligaciones de autenticación reforzada (SCA), así como la introducción de nuevas medidas para monitorizar transacciones sospechosas y prevenir fraudes de “spoofing” o ingeniería social.
- Mayor protección al consumidor: el nuevo marco establecerá requisitos más estrictos de transparencia en las comisiones, tiempos de ejecución de pagos y derechos de reembolso en operaciones no autorizadas.
- Supervisión más homogénea: al contar con un reglamento aplicable directamente en todos los Estados miembros, se reducirá la fragmentación en la transposición nacional, mejorando la consistencia regulatoria en la Unión Europea.
- Acceso de terceros a cuentas bancarias: se prevé ajustar y ampliar el marco de open banking, con requisitos más claros para el acceso a datos financieros por parte de proveedores autorizados.
El impulso de la identidad digital europea
Otro elemento clave será la implementación de eIDAS 2.0, que prevé el lanzamiento de una cartera de identidad digital europea. Este instrumento permitirá a los ciudadanos y empresas identificarse de manera segura y utilizar sus credenciales en todos los Estados miembros.
En el ámbito de los pagos, esta medida supondrá:
- Facilitar la autenticación reforzada en transacciones digitales.
- Mejorar la interoperabilidad entre bancos, fintechs y comercios electrónicos.
- Crear un entorno más seguro y confiable para los consumidores, reduciendo riesgos de fraude y simplificando procesos de verificación.
De cara a 2026, la identidad digital europea puede convertirse en un pilar esencial para la integración de servicios financieros en el mercado único.
El euro digital y la estrategia de pagos al por menor
El Banco Central Europeo (BCE) avanza en el diseño del euro digital, una forma de dinero de banco central en formato electrónico. Aunque su lanzamiento definitivo aún no está fijado, 2026 se perfila como una fecha clave para la definición de su modelo operativo.
Entre los objetivos principales del euro digital se encuentran:
- Proporcionar un medio de pago seguro y accesible en toda la eurozona.
- Asegurar la soberanía monetaria europea frente a la expansión de stablecoins y monedas digitales privadas.
- Potenciar los pagos transfronterizos instantáneos, reduciendo costes y mejorando la eficiencia.
La introducción del euro digital, en combinación con el despliegue de pagos inmediatos obligatorios en toda la Unión Europea, reforzará la estrategia comunitaria de construir un ecosistema de pagos más competitivo y menos dependiente de proveedores externos.
Pagos instantáneos: obligatoriedad y expansión
El Reglamento de Pagos Instantáneos, aprobado en 2024, establece que para 2026 todos los proveedores de servicios de pago que ofrezcan transferencias SEPA deberán habilitar su versión inmediata (SEPA Instant Credit Transfer). Esto supone:
- Disponibilidad de transferencias en segundos, 24/7 y en toda la eurozona.
- Reducción de costes para los consumidores y las empresas.
- Creación de nuevas oportunidades para comercios, plataformas digitales y fintechs que deseen integrar pagos en tiempo real.
La generalización de los pagos instantáneos fortalecerá la competitividad europea y contribuirá a impulsar la innovación en experiencias de usuario.

Mayor foco en la ciberseguridad
El refuerzo normativo en materia de ciberseguridad será otro de los ejes centrales de aquí a 2026. La directiva NIS2, junto con el Reglamento DORA (Digital Operational Resilience Act), impondrá a entidades financieras y proveedores de servicios de pago mayores exigencias de control sobre la resiliencia digital.
Esto se traducirá en:
- Estrategias obligatorias de gestión de riesgos cibernéticos.
- Planes de continuidad de negocio y pruebas de resiliencia.
- Mayor supervisión de proveedores tecnológicos críticos en la cadena de valor de los pagos.
De cara a 2026, el panorama regulatorio europeo en materia de pagos estará marcado por la entrada en vigor de PSD3 y PSR, la consolidación de la identidad digital europea, el avance del euro digital, la obligatoriedad de los pagos instantáneos y un marco reforzado de ciberseguridad.
Estas iniciativas configuran un escenario en el que la innovación y la regulación avanzan de manera conjunta, con el objetivo de ofrecer mayor seguridad, eficiencia y transparencia tanto a ciudadanos como a empresas.
En este contexto, los proveedores de servicios de pago deberán adaptarse para mantener su competitividad, aprovechar las oportunidades del mercado único digital y responder a las nuevas expectativas de los usuarios.
En Sipay acompañamos a empresas y comercios en este camino, ofreciendo soluciones de pago seguras, ágiles y adaptadas a un entorno en constante transformación.