Las empresas de cualquier tamaño y sector, sobre todo los comercios, están sufriendo un importante cambio en la estructura de sus negocios que afecta directamente a su forma de acercarse a los consumidores, a sus clientes finales. La constante evolución de las nuevas tecnologías está acelerando el desarrollo de la denominada Sociedad de la Información, provocando una revolución en el sector de los medios de pago, lo que obliga a empresas y consumidores a adaptarse a las nuevas formas de pagar por los productos y servicios.
El comportamiento de los consumidores, en lo que respecta a sus hábitos de consumo y de compra, han cambiado; tienen a su alcance multitud de dispositivos con los que están siempre conectados y que han incrementado su poder frente a las marcas. Quieren decidir cuándo, dónde y cómo comprar.
El último informe del Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (ONTSI), titulado Estudio sobre Comercio Electrónico B2C 2013, recoge que el comercio online ha alcanzado un incremento del 18%, lo que supone un volumen total de compras de 14.610 millones de euros. Y además refleja que el 52,8% de los internautas prefieren la pasarela de pago (tarjeta de crédito y/o débito) para realizar sus compras. Aun así, los nuevos consumidores siguen teniendo dudas a la hora de comprar utilizando las nuevas tecnologías como forma de pago, por miedo al fraude. Y es que el 53,7% de los individuos han sufrido un intento de fraude online, como refleja el estudio realizado por el ONTSI Ciberseguridad y Confianza en los Hogares españoles.
En este nuevo panorama es importante tener en cuenta que los consumidores quieren tener la posibilidad de elegir el medio a través del cual realizan sus compras y la forma de pago. El desarrollo de nuevas tecnologías, como el sistema NFC (Near Field Communication o sistema de comunicación inalámbrico), los wereables (dispositivos electrónicos en ropa y complementos), la tokenización (protección de los datos del usuario), la autenticación biométrica y los mPOS (puntos de venta móviles), entre otros, darán lugar a un mayor número de transacciones que procesar en mayores canales de venta, a través de múltiples dispositivos.
Ante esta situación, es importante que las empresas tengan diseñada una sólida estrategia “omnicanal” integrada, a fin de conseguir una mejor gestión de sus operaciones, sin dejar de lado la experiencia de compra de sus clientes. Por ello, además de satisfacer las necesidades de sus consumidores, las grandes compañías y las pymes deberían encontrar la forma de acercarles los medios de pago más rápidos, sencillos y eficaces.
Las pasarelas de pago ayudan a gestionar de forma segura las transacciones de los negocios ofreciendo soluciones adaptadas a cada entorno. Como es el caso de Sipay, primera pasarela de pago europea en lograr la certificación PCI DSS, máximo estándar de seguridad de la industria de tarjetas de crédito, que además ofrece soluciones inteligentes de pago omnicanal, tanto en el punto de venta, en el comercio electrónico y el pago por móvil, adaptadas a cada modelo de negocio. El objetivo de empresas como Sipay es construir un futuro en el sector de los medios de pago basado en la innovación y la seguridad, donde el objetivo central de toda estrategia sea el cliente. Sipay ayuda a sus empresas cliente a adaptar su modelo de negocio a las nuevas tecnologías de pago, respondiendo así a las demandas de los nuevos consumidores, al tiempo que les ofrecen soluciones que simplifican el proceso de compra. Además, los ayudan a mejorar el sistema de gestión de sus transacciones, para conseguir una mayor tasa de conversión y poder fidelizar a sus clientes finales con las mejores garantías de calidad y seguridad en el momento de pago con tarjeta de crédito y/o débito.