Beneficios que nos aporta la tecnología y nos dirige a una sociedad cashless

La constante evolución de las tecnologías, así como el creciente aumento del ecommerce y los nuevos hábitos de compra de los consumidores, han provocado que el desuso del dinero en efectivo como método de pago sea cada vez más visible. Cada vez es menos frecuente oír el sonido del choque de las monedas en los bolsillos de los pantalones, así como el descenso de éstas en las máquinas expendedoras a la hora de pagar un refresco, pero ¿por qué se ha producido y por qué es necesario adaptarse a estas tendencias?

Los métodos de pago han evolucionado a lo largo de la historia. Algunos de los cambios más destacables se produjeron en la década de los 80, con la generalización del uso de las tarjetas de crédito, o al inicio de la década de los 2000, con la aparición de las tecnologías que posibilitaron el pago contactless. De forma paralela a la evolución de las necesidades de los consumidores en sus hábitos de compra, las empresas deben adaptarse a estos cambios tecnológicos y de consumo y así aprovechar todos sus beneficios con la finalidad de mejorar y facilitar la interrelación con los clientes, para con ello, avanzar en el desarrollo de la eficiencia de sus negocios.

Es indudable que los avances tecnológicos han acelerado la gran evolución que han tenido los métodos de pago en los últimos años. La llegada del COVID en 2019 produjo numerosos cambios, algunos de los cuales han llegado para quedarse. Según un estudio realizado por el BCE en 2019, cuatro de cada diez personas indicaron que utilizaban el dinero en efectivo con menor frecuencia desde el inicio de la pandemia. La mayoría de ellos, además, declaró continuar con estas prácticas después de la crisis sanitaria.

Pero ¿por qué estos cambios deberían quedarse?

En primer lugar, por la aparición de normativas legales, fundamentalmente de control fiscal y de prevención de blanqueo de capitales, que empujan cada vez más a la disminución del efectivo como medio de pago.

Asimismo, los hábitos de los consumidores impulsados por la COVID y el mayor control y la regulación de los pagos en efectivo, han favorecido el uso de medios de pago digitales y la introducción de cada vez más agentes económicos en el mundo cashless.

No obstante, su impulso viene dado por la comodidad que ofrecen estos métodos a los consumidores. Gracias al desarrollo de la tecnología NFC cada vez son más los comercios que están permitiendo pagar a los clientes tan solo acercando el teléfono móvil al terminal de cobro del establecimiento. De esta manera, el usuario procede a realizar el pago mediante un proceso más cómodo y sencillo y evita la manipulación del efectivo como factor de riesgo sanitario. En este punto, ¿qué sucede con la seguridad?

El creciente aumento de la utilización de este tipo de métodos ha venido acompañado de un desarrollo normativo por parte de los reguladores financieros, nacionales e internacionales, que apuestan por ofrecer mayor seguridad a los usuarios en las transacciones. Es el caso, por ejemplo, de la normativa PSD2, que introduce la obligatoriedad de aplicar una autenticación reforzada (SCA) del usuario mediante la comprobación de un mínimo de dos de tres factores.
Existe, además, un motivo trascendental para poder considerar que estos cambios deberían quedarse: la sostenibilidad del planeta. Cada vez más por voluntad propia o impulsados por corrientes de pensamiento social o incluso normativas al respecto, las empresas quieren ser consideradas sostenibles con su entorno. El cambio climático es un problema que nos concierne a todos, por lo que ofrecer métodos de pago que eviten el uso del papel del efectivo o incluso, el plástico de las tarjetas, son algunas de las acciones que se pueden llevar a cabo. Gracias a la implantación de métodos de pago alternativos al dinero en efectivo o a las tarjetas, como las billeteras electrónicas o los códigos QR, se consigue reducir el impacto negativo que provocan los métodos de pago tradicionales.

Otro de los innegables beneficiados de los nuevos medios de pago son los comercios. Además de que permiten que se puedan efectuar transacciones en ecommerce, el canal de compra que más crecimiento ha experimentado durante los últimos años, cuando utilizamos cualquier medio de pago electrónico, los merchants pueden registrar el comportamiento del usuario a la hora de pagar, información que puede ser muy útil para determinar estrategias futuras.

En conclusión, todavía no sabemos cuáles son los métodos de pago que más presencia van a tener en los próximos años, pero, lo que sí es una realidad, es que debemos dirigirnos hacia una sociedad cashless y aprovechar todas las ventajas que nos proporcionan las tecnologías. En Sipay, plataforma de pago centrada en ofrecer soluciones innovadoras, destacamos la importancia de adaptarse a las nuevas tendencias del mercado poniendo el foco siempre, en el usuario y su experiencia. Por ello, apostamos por soluciones que garantizan la rapidez, la seguridad y la mejora de la experiencia del consumidor, ofreciendo una amplia variedad de métodos de pago adaptados a cada consumidor, con el fin de que los comercios incorporen distintas alternativas y con ello aumenten su ratio de conversión.

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